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domingo, 1 de mayo de 2011

Historia del Movimiento Hippie: "HAZ EL AMOR Y NO LA GUERRA"



El movimiento hippie tuvo su origen a mediados de la década de los sesentas siendo la contracultura más importante de esa época. En realidad, no se sabe con exactitud donde fue le cuna de los hippies pero se les atribuye a los jóvenes de San Francisco y New York. La ideología hippie nace como una crítica y rechazo a la sociedad, condenando su materialismo, su violencia, su mediocridad y su burocracia. Igualmente, estaban hartos de la segregación racial, del machismo, de la intervención bélica de Estados Unidos y de todas las leyes y normas que se les imponía. Es así que, se funda esta nueva contracultura donde los valores que sobresalen son el amor a la libertad, a la naturaleza y a su espíritu.


Al grito de “haz el amor y no la guerra”, realmente espeluznaron a las sociedades conservadores de aquel entonces. Para ellos no había mitos ni tabúes, nada era prohibido, simplemente hacían lo que querían, aunque este exceso de auto libertad haya provocado que las drogas se hayan convertido en parte de su identidad. Alucinógenos como la marihuana y el LSD eran consumidos por jóvenes y a veces hasta por niños; esto se resume en uno de sus normas que reza así: “Cambia la mente de toda persona que encuentres. Llévala a la droga o, mejor, al amor, a la sinceridad, al placer. Sácale del cementerio del confort y del lujo.”


Ya en 1965 el periodista Michael Fallon había acuñado el término hippie refiriéndose a la reunión de los beatniks y bohemios. Sin embargo, las primeras comunidades se habían formado en 1964. La novedad descubierta por los medios de comunicación provocó un gran revuelo internacional. La sociedad escandalizada rechazó y criticó a este grupo de jóvenes que se escapaban de los cánones sociales previamente establecidos. No aceptaban la forma de vida que llevaban, la ropa estrafalaria llena de colores, el pelo largo y su discurso crítico, político y pacifista.





Adentrándose en el mundo hippie se pueden encontrar a grandes intelectuales disfrutando de buena poesía, a artistas que plasman en su obra todos sus sentimientos y a políticos con ideas progresistas y transformadoras. Su aspecto descuidado, con su vestimenta de colores psicodélicos, sus cabellos largos y sus adornos tomados de la cultura africana, eran características para distinguirlos. Pues estaban hartos de tanta formalidad. Hartos de seguir un guión para mantener un diálogo. Hartos de seguir al pie de la letra una rutina diaria que se les imponían los adultos. Esta filosofía llevó a que, cada vez, tengan más y más adeptos.


Una de las características de los “cabellos largos”, era su pasión por el medio ambiente. Con frecuencia se podía ver a un hippie analizando detenidamente las hojas de un árbol o acariciando un frutal. Es así que, la flor se convirtió en su símbolo recibiendo el calificativo de: “los hijos de las flores”. Sin ser un movimiento político, muchos de los hippies tomaron la filosofía de Jean Paul Sartre, Herbert Marcuse y Carlos Marx como su cimiento político, auto denominándose la “Nueva Izquierda”, detestando la propiedad privada, el machismo, el racismo, el dinero y, aunque no tenían como convicción ayudar a los oprimidos, sí realizaban frecuentemente obras sociales sin pedir remuneración alguna.


Algunos hippies, convencidos de la filosofía que predicaron, huyeron de la miseria y opresión de las grandes ciudades, hacia bosques en las afueras, en donde fundaron comunas en las cuales su sistema político era el comunismo primitivo. Habían vuelto a sus raíces, eran los nuevos colonos. Sus refugios eran pequeñas casuchas de adobe o simplemente tipos; eso no les importaba, vivían de y para la naturaleza.
Su sistema organizativo fue envidiable. Cada persona realizaba una labor y un trabajo diferente, la propiedad privada era casi una especie en peligro de extinción y toda la comuna era concebida como una familia, tanto así que, los hijos eran criados por todos. El consumo de droga fue menor y menos aceptado, pero la poligamia era muchas veces aceptada. La espiritualidad llegó a ser su esencia y tomaron algunos de los valores más importantes de las religiones de Oriente como el hinduismo, budismo Zen. y hasta de la cultura africana.

MUSICA (WOODSTOCK):

Un factor muy influyente en la cultura hippie fue sin duda la música. En enero de 1967 se reunieron 20 mil hippies en el festival Golden Gate Park. En junio de ese mismo año, el Festival de Monterrey vio consagrarse a la cantante Janis Joplin y guitarrista Jimi Hendrix, luego organizaron el concierto más recordado de la historia: El Woodstock 69. Casi medio millón de hippies llegaron de todos los rincones de los Estados Unidos a la pequeña granja de Max Yasgur en el estado de New York; el concierto estaba programado para unas 40 mil personas y llegaron 400 mil; esto hizo que existan muchos problemas debido a la escasez de agua, servicios sanitarios, alimento; pero a ellos no es importaba. Al calor de las drogas cantaron y bailaron todas las tonadas de sus grupos favoritos: Janis Joplin, Jefferson Airplane, Jimi Hendrix y Joan Baez
La policía quedó asombrada al ver que, dentro de un conglomerado de gente tan grande, nunca hubo una sola pelea.









  Uno de los policías dijo: “En mi vida había visto una multitud que se comportara tan bien como ésta”. Hubo heridos, intoxicados, muertos y hasta dos nacimientos; pero nada impidió que sigan disfrutando de la gran fiesta que habían creado. En la actualidad, muchos entendidos dicen que para comprender la música moderna se debe encasillar al tiempo en dos etapas: Antes de Woodstock y después de Woodstock.
El movimiento hippie desaparece a finales de los sesentas e inicios de los setentas hartos de que el consumismo norteamericano haya empezado a comercializar su imagen vendiendo su vestuario, su literatura, sus adornos y su música. Es así que, en 1968, en una sencilla ceremonia enterraron a un muñeco vestido con su vestimenta tradicional, simbolizando su afán de que “nunca más se volviera a comercializar con su nombre”. (La Protesta Juvenil, 1973)
Los hippies se transformaron de un momento a otro en portada de revistas tan importantes como Time y Life. La prensa ayudó a que esta corriente se difundiera y se imitara en todo el planeta. Cada país adoptó a su manera este nuevo concepto estético, musical y social. Eran años rebeldes. La nueva generación quería un mundo nuevo.

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